Daniela Viveros Durán: De Zipaquirá para el Mundo, Inspirando a los Jóvenes a Soñar y Transformar
Nacida en 1998 en Zipaquirá, Daniela Viveros Durán ha demostrado que los sueños pueden trascender cualquier barrera. En una ciudad donde la diversidad étnica es limitada, Daniela, hija de un padre afrodescendiente del Pacífico Colombiano y una madre zipaquireña, enfrentó desde muy temprana edad el racismo estructural y la segregación. “Haber crecido y nacido en una ciudad como Zipaquirá, donde no hay presencia real de grupos étnicos, fue todo un reto. Esto supuso una serie de retos personales en relación con la construcción de identidad”, comparte Daniela. Su apariencia, su cabello y su color de piel la convirtieron en blanco de discriminación, lo que forjó su carácter y la convirtió en la resiliente mujer que es hoy.
Desde pequeña, Daniela mostró un liderazgo natural que la llevó a destacarse en el Colegio de La Presentación de Zipaquirá, donde fue personera y empezó a forjar escalones creando proyectos para trabajar con la comunidad. Así, inspirada por su deseo de servir y transformar su entorno, decidió estudiar Comunicación Social para la Paz en la Universidad Santo Tomás. “La comunicación es una herramienta que ha cambiado el mundo y lo seguirá haciendo. Encontré en ella una forma de incidir en diferentes contextos y frentes del desarrollo de cualquier sociedad”, afirma. Además, una vez culminó sus estudios, se graduó suma cum laude de la universidad y este fue un reconocimiento inesperado para ella, pero que valoró profundamente como un agradecimiento a su arduo trabajo con comunidades indígenas y jóvenes en Bogotá y el Cauca.
Proyecto en el que trabajó estrechamente con estas comunidades para documentar y comprender sus desafíos, tradiciones y formas de vida. Su investigación culminó en la coautoría de un libro que refleja las realidades y la resiliencia de estas comunidades frente a las adversidades. Esta experiencia enriquecedora le permitió conectar profundamente con las personas y utilizar la comunicación para dar voz a sus historias y luchas, proporcionando un aprendizaje invaluable sobre la diversidad y la resistencia cultural en Colombia.
Daniela comenzó su carrera a los 17 años en la Emisora Catedral Estéreo, trabajando en proyectos de participación social y cultural con la juventud de Zipaquirá. Posteriormente, en la Universidad Santo Tomás, contribuyó a la creación de la oficina de prensa, gestionando comunicaciones a nivel nacional. A los 20 años, se convirtió en líder de proyectos en Kienyke.com, donde fue parte del equipo fundador del Premio Nacional de Periodismo Digital. “Capacitamos a cerca de mil periodistas en 16 departamentos. Fue un recordatorio de que los sueños son del tamaño que nuestra mente y corazón puedan dimensionar”, dice Daniela.
Actualmente, trabaja en Procolombia como asesora de comunicaciones, promoviendo las exportaciones, la atracción de turistas e inversión extranjera, y posicionando la imagen positiva de Colombia en el mundo. “Es un honor ser parte de esta organización que trabaja por el país y que es una fábrica de buenas noticias”, expresa Daniela.
En el mes de abril de 2024, seleccionada para el prestigioso programa del ‘Visitor Leadership Program’ en Estados Unidos, Daniela visitó Washington, Florida, Denver y Arizona, donde se llenó de nuevas perspectivas y conocimientos. “Algo dentro de tu cerebro explota cuando viajas y ves que el mundo está mucho más allá de los límites que te has impuesto. Esta experiencia me llenó de combustible para saber que hay infinitas oportunidades para crear aquí en Colombia”, reflexiona.
Daniela tiene grandes planes para el futuro. Está comprometida en trabajar para que Colombia sea un país mejor, enfocándose en la juventud y la niñez. “Quiero convencer a los jóvenes de su infinito poder, de las conexiones y de creer en sus sueños. Los sueños y los obstáculos son del tamaño que nosotros queramos ponerles”, asegura Daniela. Ella quiere seguir fortaleciendo las herramientas de comunicación y conectar con más oportunidades para crecer profesionalmente y en comunidad.
Para los jóvenes de Zipaquirá, su mensaje es claro: “No podemos elegir dónde nacer ni las circunstancias que nos rodean, pero siempre podemos elegir lo que hacemos con eso que nos tocó vivir”. Los sueños son alcanzables, solo hay que tratar de ver las cosas desde otra perspectiva y conocer otros entornos para poder fortalecer el nuestro.
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