¡Acompáñame a descubrir el Museo Subterráneo de Catedral de Sal!

Visitar la Catedral de Sal de Zipaquirá es una experiencia mágica, pero hacerlo a través de un plan exclusivo de Zipaquirá Turística lo llevó a otro nivel. Desde el momento en que abordamos el transporte en Bogotá, la atención fue excelente y cada detalle estaba cuidadosamente planeado para que disfrutáramos de una jornada única.
Un viaje subterráneo a la historia y el arte
Al llegar a Zipaquirá, la emoción se hizo palpable. Luego de un recorrido inicial por la catedral, nos adentramos en el Museo Subterráneo, un espacio fascinante donde la historia y el arte se entrelazan en un escenario sin igual. Las esculturas talladas en sal y mármol, y los efectos de iluminación creaban una atmósfera mística que transportaba a otro mundo.
No sabía que este era el primer museo del mundo de escultura monumental ubicado 180 metros bajo tierra, cuenta con las esculturas de 22 artistas que han tallado obras en gran formato en mármol y sobre las paredes de sal, así como la arquitectura única de este lugar, ¡Estaba encantada con este lugar!
El guía, con una narrativa envolvente, nos llevó a través de las distintas salas del museo, explicando la importancia cultural y geológica del lugar. Aprendimos sobre el arduo trabajo de los artistas, pero también de los mineros y la evolución de la catedral desde sus inicios hasta convertirse en la maravilla arquitectónica que es hoy. ¡Perdón! No es cualquier maravilla, es la Primera Maravilla de Colombia. Imagina venir a Colombia y no conocerla, es como no haber venido.
Un Almuerzo reconfortante en Zipaquirá
Luego de la visita, la experiencia continuó con un delicioso almuerzo en la ciudad de Zipaquirá. La gastronomía local nos sorprendió con sus sabores auténticos, brindándonos el cierre perfecto para nuestra aventura. Cada detalle del plan estaba cuidadosamente organizado para garantizar comodidad y disfrute.
Regreso a casa con el corazón lleno de recuerdos
Al final del día, el transporte de Zipaquirá Turística nos llevó de vuelta a Bogotá, permitiéndonos descansar mientras rememorábamos cada momento especial del recorrido. Sin duda, una experiencia inolvidable que recomendamos a cualquiera que quiera conocer la Catedral de Sal de una manera única y exclusiva.
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