La Puerta de los Mártires Zipaquireños: Un Viaje por la Libertad y la Historia de Colombia
En el corazón de Zipaquirá, ciudad famosa tanto por sus ricas salinas como por su vibrante historia,
se encuentra la Puerta de los Mártires Zipaquireños. Este monumento se erige no solo como un
testigo del pasado sino también como un emblema de la lucha por la libertad que define la esencia
de Colombia. La puerta, más que una simple estructura, es un portal que nos invita a viajar a
través del tiempo, recordándonos la valentía y el sacrificio que precedieron a la independencia del
país.
La historia de esta puerta nos lleva al 3 de agosto de 1816, una fecha que marcó las últimas horas
de seis valientes hombres antes de su ejecución por las fuerzas de Pablo Morillo, destinadas a
sofocar el ímpetu independentista en las colonias españolas de América. Estos héroes, Agustín
Zapata, Francisco Carate, Luis Sarache, José Luis Gómez, José María Riaño Cortés y Juan
Nepomuceno, simbolizan el espíritu de resistencia y la lucha contra la opresión española,
convirtiéndose en mártires de la independencia colombiana.
Fue gracias a Epifanio Wiesner, presidente del Centro de Historia de Quesada en 1887, que esta
puerta fue rescatada del olvido, asegurando su conservación para las futuras generaciones en
Zipaquirá. Actualmente, se exhibe con orgullo en el Museo Quevedo Sornoza, mostrándose en su
estado original, sin adornos, como un testigo mudo pero elocuente del paso del tiempo.
Describir la Puerta de los Mártires es hablar de sus dimensiones, su estructura robusta reforzada
con clavos de hierro y sus elementos característicos, como la ventana cuadrada que adorna su
parte superior izquierda. Estos detalles no solo realzan su importancia histórica, sino que también
nos conectan emocionalmente con aquellos que la atravesaron, ofreciendo una ventana a sus
esperanzas y desesperaciones.
Más allá de su significado histórico, la Puerta de los Mártires representa un llamado a la reflexión
sobre los valores de libertad e independencia, temas que resuenan con la experiencia de visitar la
Catedral de Sal de Zipaquirá. Esta maravilla arquitectónica, esculpida en las profundidades de las
minas de sal, ofrece a sus visitantes no solo un espectáculo visual sino también una profunda
conexión espiritual y cultural, sirviendo como un puente entre el pasado y el presente.
La visita a la Catedral de Sal, complementada con la historia de la Puerta de los Mártires, brinda
una experiencia única e integral, donde el arte, la fe y la historia se entrelazan. Al explorar estas
dos icónicas atracciones de Zipaquirá, los visitantes no solo descubrirán la belleza y el ingenio
humano detrás de la catedral subterránea, sino que también se sumergirán en la rica historia de
lucha y sacrificio que la Puerta de los Mártires representa. Juntos, estos monumentos narran una
historia de resistencia, fe y libertad, elementos fundamentales en la identidad colombiana.