El Acto Revolucionario que Transformó a Alejandro Góngora
El escritor independiente Alejandro Góngora nació en Zipaquirá el 13 de septiembre de 1987. Realizó sus estudios de preescolar en el colegio El Carrusel y sus estudios de primaria en el colegio Anexa a la Normal de Zipaquirá. El bachillerato lo realizó en la Institución Educativa Municipal de Cundinamarca (antigua Normal de Zipaquirá).
Desde muy temprana edad, antes de los 4 años, empezó a familiarizarse con la lectura de la mano de sus padres y su abuela materna. Tanto así, que solo duró un mes en grado primero antes de que lo promovieran al siguiente curso porque leía con fluidez y trabajaba conceptos matemáticos básicos de forma eficiente.
En esos años de infancia, gracias a sus padres, aprendió a jugar ajedrez. A los 8 años empezó a competir en torneos de esta disciplina deportiva en Zipaquirá y el resto del departamento de Cundinamarca.
Primero a la izquierda con sudadera azul.
En la preadolescencia empezó a tener un contacto más cercano con el mundo de los libros y se despertó en su interior el deseo (o la necesidad) de escribir. Alejandro no sabe con certeza en qué momento puntual empezó a escribir, o por qué empezó a hacerlo. Y ya no se lo pregunta, ahora lo que se pregunta es por qué nunca ha dejado de hacerlo. Por qué, a pesar de vivir en una sociedad que lee poco y que genera pocas narrativas locales, se ha empeñado en dedicarse a su oficio literario. Sin embargo, parte de la respuesta sobre su necesidad de escritura —según él— surge cuando empieza a entrar en la vida, con todas las complejidades que eso implica. Sin duda, uno de esos "golpes de la vida" que lo marcó de manera profunda fue la muerte de su padre, la cual ocurrió cuando Alejandro tenía 18 años; y su padre, 43. La sorpresiva pérdida de su padre, que ocurrió en un accidente absurdo en el centro de Zipaquirá en el año 2006, lo sumió en una profunda crisis existencial.
En ese momento de su vida todas las estructuras sociales, económicas, religiosas, domésticas, educativas, entre otras, le parecían precarias e incipientes, así que empezó a encontrar en la lectoescritura una actividad sumamente revolucionaria. Leer y escribir se convirtió para él en su manera de rebelarse contra los convencionalismos sociales, la superficialidad, el sometimiento que ejercen sobre cada ciudadano los poderes hegemónicos de turno, etc.
El primer indicio de que su trabajo artístico podía generar algún impacto, más allá de la autorrealización producida por el oficio creativo, ocurrió cuando uno de sus microrrelatos quedó entre los finalistas de un concurso que realizó el programa literario «Página2» de España en el año 2008.
Pero fue en el año 2009 cuando Alejandro recibió su primer reconocimiento literario al ser uno de los ganadores del Concurso Nacional de Cuento organizado por RCN y el Ministerio de Educación Nacional, entre más de 36000 participantes. Debido a esto, su texto titulado El anfiteatro se encuentra publicado en la antología Colombia cuenta de la tercera versión de este certamen literario.
Alejandro a la izquierda, Alfredo Gómez Cerdá (escritor español) en la premiación del III Concurso Nacional de Cuento de RCN y el MEN.
Al año siguiente, 2010, la Alcaldía de Zipaquirá decidió entregarle la «Orden de la Sal» por sus méritos literarios.
Desde el año 2009 hasta el 2016 fue profesor de ajedrez en la escuela de formación de Cogua y en algunos colegios de Zipaquirá, Bogotá y Cogua. Este trabajo le permitió tener tiempo durante esos años para seguir desarrollando su trabajo literario.
Ajedrez al parque RCN, 2016
Alejandro no solo se ha dedicado a escribir y publicar sus textos, también ha realizado divulgación y activismo literario. Prueba de esto es que en el año 2016 fundó el concurso de literatura «Cogua tiene la palabra».
Premiación I Concurso de Literatura “Cogua tiene la palabra”, 2016.
Hasta ese momento, Cogua era un municipio que no había tenido ningún tipo de tradición literaria (club de lectura, escuela de literatura, etc.). Así que este certamen artístico estableció las bases literarias de este municipio de Sabana Centro.
Al año siguiente, Alejandro fue el gestor principal de la institucionalización de este concurso a través de la Ley Municipal 06 de 2017.
Durante ese mismo año realizó la publicación independiente de una novela corta titulada Inocencia salvaje, y empezó a trabajar como director de un programa de historia en el canal comunitario de televisión de Cogua (CuapacTV).
Presentación novela corta “Inocencia salvaje”, 2017.
A mediados de 2018 se vinculó de forma directa con este medio de comunicación y ejerció el periodismo comunitario durante cuatro años y medio. Además de hacer labores de reportería, presentación de programas y noticias, edición de video, entre otras, también lideró más de 170 episodios de cinco programas de distintos formatos y temáticas: literatura, historia, cine y música, debate y opinión. Cabe destacar el programa de divulgación literaria titulado Entre páginas.
A finales de 2021 publicó de forma independiente el libro La resistencia, el cual contiene más de 120 textos con reflexiones y opiniones sobre distintos temas: educación, política, historia, religión, cine, música, deporte, identidad, protesta social, entre otros. Alejandro define este libro como un escenario de libertad de pensamiento, riesgo creativo y discusión social.
Desde el 2022 está completamente dedicado a su escritura creativa. Ese año ganó el premio municipal de escritura creativa del Portafolio de Estímulos de Zipaquirá y publicó una antología de cuentos titulada Nudo de serpientes.
Socialización Premio municipal de escritura creativa, Zipaquirá, 2022
También, fue el único escritor entre 970 expositores de todo el departamento en Expocundinamarca (Girardot), y participó en la Feria del Libro de Soacha, el XXIV Encuentro de Poesía y la Palabra de Tenjo y el Festival de Cine y Literatura de Cajicá.
En el año 2023 se ha dedicado a vender sus propios libros en los Mercados Campesinos de Zipaquirá y en el Centro Comercial La Casona del mismo municipio. Asimismo, ha dado charlas, conferencias y talleres sobre temas literarios en distintos escenarios y municipios de Cundinamarca. Vale la pena destacar su conferencia «¿Para qué sirve leer literatura?», la cual fue escuchada por más de 600 profesores de colegios públicos de Zipaquirá y por más de 300 profesores de colegios públicos de Fusagasugá a finales julio.
Foto con el club de literatura de Guatavita.
Otras de sus charlas, como «Mitos y realidades de la lectura en Colombia» y «Mujeres en la literatura», han sido escuchadas por lectores, docentes y estudiantes en Guatavita, Cogua y Zipaquirá. En la actualidad sigue dedicado de forma exclusiva a su oficio creativo y afirma que su objetivo es sencillo: vivir de su vocación literaria con dignidad económica. Recientemente, ganó la pasantía internacional en escritura creativa del Portafolio de Estímulos de Zipaquirá.
Conferencia ante más de 600 profesores de colegios públicos de Zipaquirá
Además, es el más reciente ganador de la Pasantía Internacional del Portafolios de Estímulos de Zipaquirá y en su viaje a Buenos Aires realizó el documental "Letras de Sal y Tango".
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