Sacristía de la Catedral de Sal: ¿qué guarda este espacio secreto?
La Catedral de Sal de Zipaquirá, una maravilla arquitectónica y espiritual, posee espacios que no son tan visibles para todos los visitantes. Uno de esos espacios menos conocidos es la sacristía, un lugar cargado de sentido litúrgico, símbolos y funciones que hablan de devoción, historia y conservación.
¿Qué es la sacristía?
En cualquier iglesia, la sacristía es la estancia donde el clero se prepara para las ceremonias religiosas: aquí se guardan los ornamentos litúrgicos, cálices, casullas, vestiduras, libros sagrados y otros objetos necesarios para el culto. Se revisten los sacerdotes y se conservan elementos como el agua bendita, el instrumento ritual, etc.
Particularidades de la sacristía en la Catedral de Sal
- Al frente de la nave central se encuentra la monumental cruz, que se aprecia desde antes de llegar al recinto. Pegada a la cruz, en el extremo izquierdo, está la sacristía. En el piso de esta nave hay un círculo de 78 metros que representa el mundo; en uno de los extremos de este círculo aparece La Natividad, y en el otro La Piedad.
- Está diseñada para cumplir funciones litúrgicas dentro de un espacio subterráneo, lo que implica desafíos especiales de conservación: humedad, temperatura, seguridad.
- La Sacristía cuenta con una cúpula de 5 metros de diámetro.
- Los elementos litúrgicos allí conservados tienen importancia tanto religiosa como patrimonial: algunas vestiduras o cálices pueden tener décadas de uso, herencia de la comunidad local.
- Es un espacio generalmente reservado para el clero y el personal religioso autorizado; su acceso no se incluye en el recorrido general, lo que le da una atmósfera de secreto y respeto.