El camino que guarda la historia del oro blanco de Colombia

La sal, conocida como el “oro blanco”, ha sido motor económico y cultural de Colombia desde tiempos prehispánicos. En Zipaquirá y Nemocón, las minas dieron origen a pueblos, caminos comerciales y tradiciones que hoy siguen vivas. La Ruta de la Sal es un plan todo incluido que permite recorrer estos escenarios históricos sin preocuparse por los detalles, solo de disfrutar.
El recorrido comienza en la Mina de Sal de Nemocón, donde los visitantes exploran galerías subterráneas, espejos de agua y formaciones naturales que datan de hace 500 años. Este lugar, cargado de simbolismo, muestra cómo los muiscas extraían la sal en la época precolombina. Además, se encuentra el corazón de Colombia y locaciones de la película “Los 33” protagonizada por Antonio Banderas.
La ruta continúa en Zipaquirá con la visita a la Catedral de Sal, considerada la Primera Maravilla de Colombia. Construida a 180 metros bajo tierra, este templo no solo es un referente religioso, sino también arquitectónico y cultural.
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Experiencia cultural y gastronómica
Además, el plan incluye tiempo para recorrer Zipaquirá y Nemocón, dos de los pueblos más mágicos de la Sabana de Bogotá, lugares que han conservado su esencia colonial a través de casonas con balcones de madera, iglesias centenarias y plazas donde aún se respira la vida tranquila de antaño. Caminar por sus calles empedradas es como viajar en el tiempo y reencontrarse con la historia que dio forma a la región.
Es una experiencia que combina la contemplación arquitectónica con la cercanía cultural, ideal para conocer la historia de la sal desde los muiscas hasta la actualidad, dejándose deslumbrar por maravillas arquitectónicas y naturales que no verás en ninguna otra parte del mundo.
La jornada se complementa con un almuerzo típico en uno de los mejores restaurantes de Zipaquirá, donde la gastronomía colombiana cobra protagonismo: sopas humeantes, carnes a la brasa, arepas y postres tradicionales hacen parte del menú. Todo esto acompañado de transporte ida y vuelta desde Bogotá, pensado para que los visitantes solo se preocupen por disfrutar.
La Ruta de la Sal es, en esencia, un viaje por la memoria, la espiritualidad y la gastronomía. Una experiencia que conecta la majestuosidad de la Catedral de Sal de Zipaquirá c la riqueza histórica de la Mina de Sal de Nemocón, y que al mismo tiempo abre las puertas a un entorno cultural que pocas veces se explora en profundidad. Ideal para quienes buscan un turismo cultural completo, bien organizado y con un enfoque auténtico en la identidad de la región.
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