¿Qué hay realmente alrededor del corazón de Zipaquirá?
La plaza central de Zipaquirá, conocida como Plaza de los Comuneros (también Plaza González Forero), no es solo un punto turístico sino un corazón histórico y urbano cargado de edificios patrimoniales, instituciones y memoria pública.
Lo que se encuentra en sus alrededores
- La Catedral Diocesana de Zipaquirá: diseñada por el arquitecto capuchino Fray Domingo de Petrés, su construcción comenzó en 1805 y se extendió por 111 años, siendo finalmente consagrada en 1916 por el arzobispo Bernardo Herrera Restrepo. Bajo la advocación de la Santísima Trinidad y San Antonio de Padua, la Catedral fue elevada a sede de la Diócesis en 1952. El estilo combina elementos coloniales, neoclásicos y republicanos, con interiores ornamentados y un reloj donado del extranjero, trabajando piedras, cales y detalles ornamentales restaurados.
- La Casa Cural: edificio parroquial tradicional que hace parte del conjunto patrimonial junto a la Catedral. Está anexa o muy cercana (“cural” se refiere a la vivienda del párroco o las dependencias administrativas de la parroquia). Obras de construcción y modificaciones para integrar la Casa Cural estuvieron contempladas en los planos originales de Petrés.
- La Casa de Gobierno, el Palacio Municipal y la Casa Obispal: espacios administrativos que participan tanto de la vida civil como eclesiástica de la ciudad, son llamativos por su arquitectura que enmarca la Plaza de los Comuneros.
- Edificaciones coloniales y republicanas que delimitan la plaza: casas con balcones de madera, fachadas de época, algunas restauradas. Muchas de ellas tienen placas de momentos históricos que transcurrieron en ellas.
- El Banco de Bogotá: ubicado en una casona antigua, que conserva características arquitectónicas antiguas integradas al entorno histórico.
- La Puerta Falsa: sitio tradicional de la Sabana y Bogotá, conocido por sus panaderías, tamales, chocolates calientes, empanadas y café.
- Numerosas panaderías, tiendas de moda, droguerías y una galería de arte independiente: todas conviviendo con las dependencias oficiales, creando un ambiente mixto de oferta comercial y ocio cotidiano. Varias cafeterías con vistas garantizadas hacia la plaza y hacia la Catedral Diocesana, espacios ideales para apreciar la arquitectura, contemplar el movimiento de la plaza y disfrutar del paisaje urbano.
Significado histórico y simbólico
- La plaza fue escenario de las capitulaciones comuneras de 1781, momento clave en la rebelión de los comuneros contra el dominio colonial.
- Fue nombrada Plaza Mayor y también Plaza González Forero, en homenaje a personajes locales, y remodelada por el Ministerio de Cultura, transformándola en plaza abierta para eventos cívicos.
Cómo aprovechar tu visita
- Recorrer la plaza al amanecer o al atardecer para capturar luz dorada sobre las fachadas coloniales.
- Visitar los interiores de algunos edificios históricos si están abiertos al público.
- Apoyar a los comercios locales: artesanías, cafés tradicionales, productos hechos a mano.
- Investigar eventos culturales que suelen ocurrir allí: música en vivo, exposiciones al aire libre.