¿Qué es el Nártex de la Catedral de Sal?

En la arquitectura religiosa, el nártex es el espacio de transición en la entrada de una iglesia: una antesala que separa el mundo exterior del recinto sagrado.
Un nártex bajo tierra
La Catedral de Sal de Zipaquirá no tiene un nártex convencional. En su lugar presenta una bóveda de sal labrada en forma de laberinto, compuesta por bloques (“paralelepípedos”), que rememoran los viejos trayectos de purificación.
Simbología penitencial
El nártex subterráneo simboliza el camino de purificación previo a la llegada al altar. En este espacio se halla también la escultura de San Miguel Arcángel, con un pergamino que dice: “Vosotros sois la sal de la tierra”, reforzando la simbólica centralidad de la sal tanto material como espiritual.
Diseño y experiencia
Diseñado como laberinto penitencial, este nártex es una experiencia arquitectónica: un vestíbulo inmersivo que prepara al visitante para el viaje interior. Su laberíntica estructura y su iluminación crean un ambiente introspectivo, un espacio de recogimiento pausado antes de adentrarse en las naves subterráneas.
Un umbral incomparable
A 180 m bajo tierra, en un entorno laberíntico que mezcla arte, fe y geología, el nártex de la Catedral de Sal es un espacio único en el mundo. Su presencia es testimonio de una fusión entre arquitectura religiosa y patrimonio minero.