El detalle espiritual oculto en la primera nave de la Catedral de Sal de Zipaquirá

La Catedral de Sal de Zipaquirá es una obra que no solo deslumbra por su arquitectura, sino que invita al visitante a una experiencia interior, espiritual, tallada en roca y adornada con simbolismo. En especial, muchos no se detienen lo suficiente en la primera nave, la que alberga un Nacimiento (pesebre) subterráneo—un espacio cargado de detalles sorprendentes que vale la pena descubrir.
La primera nave: un nacimiento a 180 metros bajo tierra
- El Nacimiento se encuentra a unos 180 metros bajo tierra.
- Fue tallado en roca arenisca por el artista italiano Ludovico Consorti en 1950, junto con mineros de la Catedral.
- En él se incluyen figuras clásicas como la Virgen María, San José, el Niño Jesús, el burro, el buey, y una figura del Arcángel San Gabriel suspendida sobre una nube.
Lo oculto que pocos perciben
Aunque muchos visitantes contemplan el pesebre como parte del recorrido, hay detalles espirituales y simbólicos que pasan desapercibidos:
- El diseño del Niño Jesús
El Niño no está representado como un bebé débil, sino más bien como una figura con rasgos fuertes, cuerpo definido — no en lo físico únicamente, sino como símbolo de renacimiento, fortaleza espiritual.
- El uso del material (roca arenisca)
Al estar tallado en roca arenisca, el pesebre no solo es arte escultórico, sino parte del entorno minero.
- Iluminación y ambiente
La iluminación tenue y estratégica ayuda a realzar las figuras del Nacimiento, especialmente contrastes de luz y sombra que enfatizan la pureza, la humildad y la esperanza que simboliza ese momento espiritual.
- Presencia continua
Este pesebre está en exposición los 365 días del año, no solo en temporada navideña.
¿Por qué este detalle espiritual es tan importante?
- Marca el inicio de un recorrido que es más que turístico: es un camino de introspección.
- Invita al visitante a parar, contemplar, sentir. No solo ver arte, sino dejarse afectar por él.
- Refuerza el carácter interconectado de arte, religión, cultura e historia en la Catedral.
Tips para no dejarlo pasar por alto
- Al entrar a la primera nave, detente y observa con calma: permite que la vista se acostumbre a la penumbra.
- Fíjate en las expresiones de las figuras (la postura, la musculatura, el gesto del Niño).
- Nota cómo la luz incide sobre el pesebre; hay zonas iluminadas de forma que resaltan ciertos detalles.
- Conversa con los guías: muchos tienen datos curiosos sobre la historia del pesebre.
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